No sé si conoces la sensación de sentirte fuera de lugar; de mirar alrededor y no ver nada que te parezca familiar; de sentir el propio eco de tu voz y que haga resonancia en tus propias costillas…de que venga el frío y te pille sin manta.
Parece un dejavu del primer diciembre; la vuelta del miedo cuando se acerca el final del año y sentir que muchas de las metas que te habías planteado a principio del año, no se han cumplido…y ver que sigues en el punto de partida.
¿Quizá esto tenga solución? Es lo mismo que me planteo todos los años, y pienso a medida que pasa el tiempo que el miedo a sentirte sólo va acurrucándose cada vez más en tí…pero llega un momento en el que te acostumbras.
En realidad, tengo miedo a que llegue ese momento…