Quizás no esté hecha para los sentimientos tan superficiales, para ver como pasan las cosas a mí alrededor y que no me importen…para mirar hacia otro lado y no tomar carta en el asunto. Quizás lo que yo quiero no exista, quizá soy demasiado egoísta…acabo tirando balones fuera y lo que quiero que pase…no termina de pasar…y se hace demasiado difícil arreglar los errores.
Me da la impresión que me gusta demasiado complicarme la vida…las cosas fáciles no dan demasiado juego, pero las difíciles a veces pueden llegar a convertirse en algo que te queda demasiado grande y al final acabas perdiendo la paciencia…al final la acabas cagando y haciendolo todo de manera diferente a la que habías pensado…haciendo mal, para variar. No se porque es tan sumamente complicado esperarse y hacer las cosas despacito, para que salgan bien... ¿Rendirse? Es demasiado fácil… ¿Luchar? No se si merece la pena…no se si acabará como siempre…desde luego, lo planificado, nunca sale como esperas…
Parece que se avecinan grandes cambios, tantos para tan poco tiempo…aunque al menos sé, que parto de una sabía decisión.