Durante todo el año, uno espera al día de su cumpleaños, para sonreír, para poner cara de sorpresa, para saber quien está a tu lado, y sobre todo, para pedir un deseo cuando soplas las velas.
Pero...¿y si sale mal? ¿y si el día de tu cumpleaños te das cuenta de lo que realmente no deseas? ¿y si la personas de la que mas esperas te falla? ¿y si quieres demasiado?
Entonces, no querrás cumplir años, no querrás que se acerque ese maldito día jamás, para que tu vida siga como siempre y no sentir dolor por aquello que no va a llegar jamás.
Sea como sea, el día antes te queda la ilusión de poder pasar el mejor día de tu vida, y cada año, cuidas más el detalle para que pueda llegar a ser perfecto; aunque por supuesto, no quieras hacerte mayor.