Creo que basta con que te levantes una mañana y caigas en la cuenta de que no has sido feliz porque no te ha dado la gana; porque lo tienes todo y no sabes valorarlo, solamente porque es mucho más fácil fijarse en los defectos de los demás que en los tuyos propios…no querer darte cuenta que la única persona que no te deja sonreír, eres tu misma.
Lo que no acabo de entender, es porque las personas nos empeñamos en quedarnos con el sabor amargo de un determinado suceso cuando ha habido momentos buenos que han superado a los malos con creces, no comprendo porque somos tan masocas y a pesar de que nuestra cabeza nos dice una cosa, hacemos lo contrario. Lo que si sé, es que no somos razonables, porque si lo fuésemos, conservaríamos la cabeza en frió para ver, que nos tenemos que quedar con los buenos ratos, y de los malos, aprender; para no volver a caer…porque es la única manera de poder ser feliz.
«Dulce Lokura»