Hay días en los que me encantaría gritar hasta quedarme afónica, porque sería la única manera de expresar lo que siento, y no tener que levantarme de la cama, bajar la mirada y callarme sin más cuando todo me parece tan mal, tan injusto…y gritar, porque así no sentiría tanta impotencia... Odio no poder expresar lo que siento, y tener que quedarme quieta, porque no hay nada que hacer…sólo esperar, la palabra clave, a que se me pasen las ganas de gritar.
«Dulce Lokura»