"Quizás sea como esas gafas que ponen el mundo al revés, en las que el suelo estaba arriba, el techo abajo, en el que mover tu mano en una dirección que te hacía sentir como que estaba hacia arriba, daba como resultado ver la mano moviéndose hacia abajo. Al principio, las personas se encontraban totalmente desorientados, con náuseas, y a menudo incapaces de manejarse en su vida sin tener un cuidado extremo y usando una compensación intelectual para este mundo al revés. Lo más maravilloso, sin embargo, fue que en unos días, para la mayoría de sujetos, sus mundos visuales aparecían de nuevo "normales", incluso estando al revés en sus retinas, es decir, que podían apañárselas correctamente. Pero, cuando les quitaron las gafas, el mundo volvió a aparecer al revés para sus ojos. Pasaron el mismo proceso, pero en un día o poco más todo se volvió a reajustar"
Puedes pasarte la vida entera creyendo ver una verdad, para que al final abras los ojos y te des cuenta de que es la mayor absurdez a la que te has enfrentado nunca.
«Dulce Lokura»