" Una de las mejores cosas que le puede pasar alguien quizás sea el seguir su camino sin parar para mirar hacia atrás, sin que los obstáculos que ha atravesado signifiquen algo, y sean sólo eso, trabas en el camino que ha superado con éxito y que no vale la pena reflexionar sobre ellas, porque ya no importan...y que mire hacia delante, pero sobre todo, a los lados; para ser conscientes de las personas que nos acompañan durante nuestro camino."

lunes, 2 de abril de 2012

Carpe Diem.

“He tenido un día terrible”. Lo decimos todo el tiempo. Una pelea de poca importancia con un amigo, un ligero dolor de estómago, llegar tarde a clase… Eso es lo que describimos como terrible, cuando nada terrible ha ocurrido.

¿Te puedes imaginar? Nos quejamos de pequeñas cosas que carecen de importancia, pero como no tenemos problemas reales, tenemos que lamentarnos por algo; no podemos limitarnos a ser felices y disfrutar de lo que nos rodea.
Pero cuando las cosas terribles vienen de verdad, empezamos a pedirle a un Dios en el que ni siquiera creemos que traiga de vuelta los pequeños horrores y se lleve este.

Parece curioso ahora, ¿no? Ese lunes gris, ese dolor de espalda, la pelea que te deja temblando de la rabia, ¿Hubiera ayudado si supiéramos lo que venía? ¿Hubiéramos sabido que esos eran los mejores momentos de nuestras vidas?