En los pequeños gestos, se aprecia lo importante que eres para una persona. Y cuando no hay gestos ni nada de nada, es que realmente no eres parte de su vida; puede ser que estés en la zona superficial, pero sólo es eso.
Nos sentimos dolidos cuando pensamos que contamos con alguien y en realidad no es así; cuando alguien nos traiciona o cuando esperamos demasiado. Sólo somos personas, y cometemos errores; bien por miedo o por desconocimiento, pero cuando tomamos una decisión, hay daños colaterales; alguien, aunque sea en un mínimo, sale herido.
Pero como todo, siempre al final del túnel, hay luz; ya puede ser el diámetro de esta mayor o menor; pero, si seguimos caminando finalmente, encontraremos la salida.
Sólo queda poner parche a las heridas, y poco a poco, irán cicatrizando.